Consejos Básicos

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El ejercicio físico nos ayuda a controlar algunos factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol o la diabetes, además fortalece nuestro corazón y nos ayuda a controlar nuestro peso. Un ejercicio moderado y continuado, mantenido durante 30 minutos y practicado entre 3 y 5 días a la semana es algo que deberíamos mantener en nuestra vida como un hábito saludable indispensable. Muchos pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) creen que no deben realizar ejercicio físico y mantener un cierto reposo; sin embargo es importante que sepan que el ejercicio moderado no solo va a ayudarles a eliminar factores de riesgo que pueden ir unidos con el tiempo a la enfermedad, como enfermedades cardiovasculares, si no que les va a hacer sentirse más fuertes en su día a día y con un mejor estado de ánimo para enfrentarse a las limitaciones y los tratamientos que exige la enfermedad.

En cuanto al tipo de ejercicio que debemos hacer lo ideal es combinar un ejercicio aeróbico en el que trabajamos los grandes grupos musculares durante un tiempo ( 30 minutos) controlando bien nuestra respiración: caminar, nadar, bailar, jugar al tenis, montar en bici (estática o de paseo), etc.